La
eficacia de las ayudas del DOMUND en el Congo, una imagen del fruto de la
generosidad con las misiones
La
Obra de la Propagación de la Fe, más conocida en España como DOMUND, por la
jornada que celebraremos este próximo domingo, ha enviado este año a la Iglesia
de la República Democrática del Congo 403.500 dólares. Es el coste de los 272
proyectos que se han financiado en los 47 territorios de misión de este inmenso
país, tan increíblemente rico en recursos naturales – tiene el 80% de las
reservas mundiales de coltán, la “sangre de los móviles” – y tan castigado por
la violencia y las enfermedades – Ébola es como se llama el río a cuya orilla
nació la epidemia.
La Iglesia del Congo ha estado y está muy
cerca de su pueblo. Cerca de la gente están los obispos, su cada vez más
numeroso clero autóctono, los misioneros llegados de todas partes del mundo –
200 de ellos españoles, pero pueden haber pasado unos 2.000 en los últimos 50
años – y, sobre todo, gracias a los cientos de catequistas, verdadero rostro de
la Iglesia en un país de misión. Se trata de apoyar su increíble labor de todos
los días.
Los 272 proyectos financiados en este país,
gracias a la generosidad de tantos católicos con las misiones, van desde el
sostenimiento directo de una diócesis, como pueda ser la de Tshumbé, en una
remota región del centro de la cuenca del Río Congo, a pequeñas ayudas. Poco
dinero, en ocasiones, pero con lo que se paga, por ejemplo, una moto para el
padre Innocent Kiluiba que recorre los dispensarios y hospitales, coordinando
la pastoral sanitaria en el diócesis de Boma. Dinero con el que se compra un
motor fuera borda para la piragua de la hermana Astrid-Marie Mbengo, para poder
desplazarse por el río Itimbiri. De hecho, la única vía de salida del pequeño
del convento de su comunidad, rodeada de selva, es el embarcadero.
Otros proyectos, más costosos, son la
reconstrucción de la Iglesia de Santa Teresa de Jesús – huella de una santa
española en la enmarañada selva del Congo – en Dumba, terriblemente dañada por
las lluvias torrenciales que suelen caer en la zona. Se ha construido también
la residencia para sacerdotes ancianos y enfermos en Kongolo. Se ha agrandado
la casa general de las Hermanas de Santa Teresa del Niño Jesús en
Bokungu-Ikela, una congregación de religiosas misioneras nacida en estas
tierras. Se han instalado paneles solares en la casa de las Hermanas de Jesús
Educador en Bondo, donde, por supuesto, no hay otra forma de tener luz
eléctrica.
Se han pagado 30.000 ejemplares de Biblias
Africanas, en diversas lenguas. También, en Mahagi-Nioka, se ha comprado una
máquina para la fabricación de formas para la Misa, que permitirán desde
preparar el pan, hasta cortarlo y hacer los envíos a las diversas parroquias y
puestos de misión.
Esta es
una imagen de las ayudas enviadas por el DOMUND este año, que una vez más ha
querido estar cerca de los cientos de misioneros, sacerdotes, religiosos y
religiosas congoleños que dedican su vida al Evangelio en este inmenso país, el
más extenso de África.