GRACIAS,
A todos los cristianos, que habéis vivido el Domund en primera persona.
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A los sacerdotes, que también sois misioneros.
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A los niños, que con gran ilusión habéis salido a las calles con las huchas
del Domund. |
A los profesores y catequistas, que encendéis en los más pequeños
el amor a las misiones. |
A los enfermos, que ofrecéis vuestro dolor por los misioneros.
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A los que rezáis por las misiones.
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A los voluntarios y trabajadores de Obras Misionales Pontificias,
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A los medios de comunicación, que habéis sido altavoz de la noticia misionera.
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Y a todos los que habéis colaborado económicamente.
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