CUIDAR LA TIERRA, CUIDAR PERSONAS


Los recursos de la tierra, deben servir para las necesidades de todos los seres humanos, presentes y futuros: No podemos derrocharles irresponsablemente, pues estaríamos cercenando las posibilidades de sustento y desarrollo para nuestros hermanos más necesitados.

Los principios que fundamentan una buena gestión para cuidar la tierra, el ambiente y las personas, tendrá que tener en cuenta las bien conocidas cinco R.

  1. Reducir todo lo innecesario, practicando un consumo responsable, que da preferencia a unos productos frente a otros más dañinos, utilizando aquello que sea menos tóxico y cause menor daño ecológico y menor gasto de agua, menos emisiones de CO2 a la atmósfera.
  2. Reutilizar todo lo que sea posible, tantas veces como sea factible. Vivimos en la “cultura del descarte”, lo cual es dañino para la tierra y las personas.
  3. Reciclar materiales, sobre todo los más dañinos para la recta generación de bioenergía.
  4. Restaurar los daños causados. Ayudar a la recuperación de lo que hemos alterado intentándolo retornar a su estado natural, recuperar el daño hecho a las personas y a una parte de los ecosistemas originales.
  5. Re-educar para una nueva visión de la Tierra y de las personas que le habitan. Formar en valores de vida que sean permanentes y que lleven a la conversión personal y ecológica de la Madre tierra que cuidaba Francisco de Asís en el cántico de las criaturas: Laudato Si, Alabado sea mi Señor.

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