El
Papa Francisco en Pentecostés: sin el Espíritu Santo no hay misión, no hay
evangelización
El pasado 8 de Junio, el Papa
Francisco en la Santa Misa de la Solemnidad del Pentecostés, hablaba en su
homilía del Maestro interior, el Espíritu Santo, que nos recuerda todo lo que
Jesús ha dicho. “Es la memoria viviente de la Iglesia”. No se trata de una
simple memoria, “es un aspecto esencial de la presencia de Cristo en nosotros y
en su Iglesia”.
“Un cristiano sin memoria no es un
verdadero cristiano: es un cristiano a mitad de camino, es un hombre o una
mujer prisionero del momento, que sabe hacer tesoro de su historia, no sabe
leerla y vivirla como historia de salvación”, añadía. Es, por eso, que “el
Espíritu Santo nos enseña el camino; nos recuerda y nos explica las palabras de
Jesús; nos hace rezar y decir Padre a Dios, nos hace hablar a los hombres en el
diálogo fraterno y nos hace hablar en la profecía”.
El Papa concluía su homilía recordando que
“el día de Pentecostés, cuando los discípulos ‘fueron colmados del Espíritu
Santo’, fue el bautismo de la Iglesia, que nace ‘en salida’, en ‘partida’ para
anunciar a todos la Buena Noticia. La Madre Iglesia, que parte para servir.
Recordamos a la otra Madre, a nuestra Madre que parte con prontitud, para
servir. La Madre Iglesia y la Madre María: ambas vírgenes, ambas madres, ambas
mujeres. Jesús había sido perentorio con los Apóstoles: no debían alejarse de
Jerusalén antes de haber recibido de los alto la fuerza del Espíritu Santo
(cfr. Hech 1, 4.8). Sin Él no hay misión, no hay evangelización. Por eso, con
toda la Iglesia, con nuestra católica Madre Iglesia invocamos: ¡Ven Espíritu
Santo!”.